Empezamos la caminata en el kilómetro 11 de la carretera de Terrassa a Mura. La zona de la
Alzina del Salari tiene adecuado un espacio para aparcar comodamente. El camino sube rapidamente y en frio siempre falta respiración, hasta llegar a c
oll de las tres creus. Nos desviamos para ver el
Avenc 1 de tres creus y la
Cova de la mare de deu seguimos camino hacia La Porquerissa pasaremos por el
Coll de Tanca y bordeamos el
Quarto de Reixa. Nos desviamos un poco del camino para subir hasta una zona que permite tener unas buenas vistas del entorno, lo llamamos
el Mirador. Retornamos hasta tomar de nuevo el sendero que va hasta la
Balma de l'Espluga. De vuelta nos acercamos a la
Font de la Pola, donde tomamos el bocadillo y antes de llegar al final de recorrido nos desviamos para ver el
Avenc del Picarol.
|
Balma de l'Espluga |
BAUMES O BALMAS DE L'ESPLUGA - Independientemente del uso que tuvieran estas cuevas o balmas durante la época neolítica, durante la Alta Edad Media las baumas se empiezan a cerrar con un muro que las aislaba del exterior. De esta manera resultaba un espacio cerrado con funciones de vivienda, de corral, o de una combinación de ambas, aunque también podía convertirse en un espacio religioso. Las
balmas de la Espluga miden, la más grande unos 80 m2 y hacía funciones de masia, y la pequeña unos 10 m2 y estaba reservada como corral. El conjunto está formado principalmente por dos baumas labradas y el antiguo muro de contención del camino que pasa por delante. Ambos espacios están situados en dos cavidades que la erosión ha abierto en una veta de arenisca que recorre toda la cara sur del
cerro de l'Espluga. la balma mas pequeña parece más bien una construcción auxiliar que servía como corral para los rebaños. También encontramos una balsa o bebedero artificial que hay en la ladera del cerro y un pequeño tramo de camino empedrado, que puede encontrarse en unos cinco minutos de las baumas.
|
font de la Pola |
De vuelta y ya aproximandonos al
Coll de Tanca, el camino sigue y al cabo de pocos minutos encontramos, a nuestra izquierda, un sendero que sube brevemente para acercarnos a la
font de la Pola, situada en uno de los rincones de la bauma bajo los riscos de la
Serra de Tres Creus. Esta fuente esta situada en una importante bauma y un lugar muy sombrio y humedo. Tiene aún visibles en sus partes altas, restos que denotan la presencia de cierres. También podemos ver, en el suelo de la cavidad, algunos bloques de piedra que formaban parte de la edificación de la antigua masía de la Pola. Cuenta con varias mesas rusticas de cemento sobre piedras y una curiosa mesa de rueda con un juego de ajedrez encima.
|
avenc de les Tres Creus |
Los
avencs o simas de
Sant Llorenç del Munt y la Serra del Obac. Se han localizado más de un centenar de avencs / simas. Casi todos están originados por la disolución kárstica de las rocas de conglomerado. La configuración concreta de cada cavidad vertical (profundidad de sus pozos, el recorrido de las galerías) está condicionada por la disposición de las fracturas del terreno donde están excarvadas. La mayoría de los Avencs de Sant Llorenç del Munt y la Serra del Obac tienen una configuración simple (de un único pozo) y de pequeñas dimeniones. Sólo una de las cavidades verticales del macizo (la de L'Espluga) supera los 100 metros de profundidad y sólo otros siete hacen más de 50 metros.
|
Avenc del Picarol |
Históricamente los avencs o simas más conocidas de Sant Llorenç del Munt y la Serra del Obac han sido los situados junto a rutas muy frecuentadas o de masías. Este sería el caso de las simas del Camino Real, del Davi o de
Can Pelag. Incluso, algunos de ellos son protagonistas de varias leyendas. La exploración de las simas de los macizo con finalidad científica comenzó a principios del siglo XX, coincidiendo con la popularización del espíritu excursionista. La primera exploración espeleológica acreditada en Sant Llorenç del Munt y l'Obac fue dirigida en diciembre de 1896 por el pionero de esta disciplina en Cataluña, Don Nobert Font i Sagué, acompañado por Palet i Barba, Sallent i Galí.
Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 8.5 km ida y vuelta