Atravesando la sierra de Collserola desde Cerdanyola hasta Horta por la BV-1415, se puede disfrutar de un paisaje explendido, así que tomamos este camino como alternativa a la C-58 y a la Ronda de Dalt, así el camino se hace menos agobiante y las vistas son mucho mejores mires hacia donde mires. Al llegar a la parte más alta de esa zona de Collserola el paisaje tanto a vegetación como a vistas se refiere, cambia radicalmente. Al subir encontramos una vegetación fresca exuberante y sombría, por contra al bajar a Horta el paisaje es más seco menos frondoso, pero también tiene su encanto y las vistas de la ciudad son desde donde mejor se pueden apreciar. Al fondo el Mediterráneo y la bruma de esta época del año. Llegamos al Velodromo de Horta y al lado el Laberinto de Horta. El parque del laberinto de Horta (a veces denominado también jardines del Laberinto de Horta) es un jardín histórico en el distrito de Horta-Guinardó de Barcelona, el más antiguo que se conserva en la ciudad. Ubicado en la antigua finca de la familia Desvalls, cerca de la sierra de Collserola, el parque incluye un jardín neoclásico del siglo XVIII y un jardín romántico del siglo XIX.
En el jardín neoclásico se encuentra el laberinto vegetal que da nombre al parque, formado por 750 metros de cipreses recortados. En esta zona destacan dos templetes de estilo italiano y un gran estanque. Del antiguo diseño del jardín romántico sólo se conservan algunos vestigios. Se organiza en una serie de parterres a la sombra de grandes árboles. La zona ajardinada está rodeada de un extenso bosque mediterráneo, que contribuye a aislar el jardín de la ciudad proporcionándole un entorno natural. En la entrada se puede ver la casa donde vivían los dueños el marqués de Llupià i Alfarràs y su familia en el siglo XVIII, cuando todavía eso era una finca y se llegaba en carruaje, a dos horas de Barcelona. Ahora está al lado del hospital de la Vall D´Hebron, totalmente dentro de la ciudad, a la par del velódromo que se construyó para los juegos olímpicos de 1992.
