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Fuente de la Noguera |
Ruta por Vallcàrquera y Sant Cristòfol - Longitud total: 10 km desnivel acumulado en subida: 440 m - El Figaró - La riera de Vallcàrquera - El castanyer del Ciment - La font del Molí - Sant Pere de Vallcàrquera - Gual del Socau - El sot del Bosc Negre - La Castanyereda - La creu de can Plans - L’alzina de can Valls - Sant Cristòfol de Monteugues - La cova de l’Home Mort - Can Plans - El Figaró, barri de Dalt . Desde Figaro y pasada la la fuente de Ca l’Andreu comenzamos la ruta. Vamos subiendo por el lado de la riera de Vallcàrquera, pronto llegaremos a la Fuente de la Noguera . seguimos por un camino que remonta por el margen derecho de la Riereta o riera de Vallcàrquera.
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Gorg de la passera de can Bosc |
Pronto llegamos a una pasarela de la riera. Sin atravesarla, veremos que unos metros más arriba hay un puente de madera que permite acceder a la fuente de la Noguera Punxeguda. El lugar es sorprendentemente tranquilo, si recordamos que es a un centenar de metros de la carretera. Seguimos las marcas del PR-33 por el sendero paralelo al torrente. La riera de Vallcàrquera es uno de los tramos fluviales mejor conservados de la cuenca del río Besòs, con una gran calidad de la agua y algunos fragmentos de bosque de ribera en excelente estado de conservación. El sendero pasa por el lado del gorg de la passera de can Bosc. Todo seguido salimos a un vado que tenemos que cruzar. Subimos la rampa hasta la pista de Vallcàrquera y tumbamos a mano izquierda.
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La font del Molí |
Después de un par de subidas encontramos un
castaño de buena medida conocido como el castaño del Cemento: está carcomido y alguien relleno el agujero de su tronco con este material. Unos metros después un rótulo nos informa que entramos al Parque Natural del Montseny. Después de un giro cerrado, volvemos a encontrarnos con la riera que atravesamos ahora por un puente. Cruzado el puente encontramos la
fuente del Molino. En los años veinte, un vecino del Figaró produjo por primera vez electricidad en este molino. Os recomendamos que seguís el sendero que nace delante del molino y admireis la riera desde el puente que la atraviesa.
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Sant Pere de Vallcàrquera - Can Xicola |
Tendréis una imagen de gran belleza del riachuelo y de su exuberante vegetación. En este tramo, el bosque de ribera es una magnífica verneda. La diversidad de árboles es notable: haciendo lado a los alisos hay
fresnos,
chopos,
olmos,
avellaneros y otras especies propias de las comunidades de ribera más ricas y exuberantes. El
sotobosque de estas vernedas esta lleno de hierbas de hoja tierna y su floració primaveral es uno de los espectáculos naturales más remarcables del valle. Si atravesáis el puente y seguís el
sendero, en 10 minutos llegaréis a la escondida fuente de los Castaños. Volvemos a la fuente del Molino y seguimos pista arriba. Pasamos por el lado de la antigua balsa del molino y del casalot de Valle-de Roses.
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La creu de can Plans |
En este edificio se alojaban los trabajadores de las minas del Socau. Llegamos a can Xicola, masia que esconde detrás suyo la iglesia de Santo Pere de Vallcàrquera. Abandonamos un momento la pista para ver este edificio de origen romànic reformado al siglo XVII. Durante muchos años esta iglesia fue el centro parroquial del núcleo de Vallcàrquera, uno de las cunas de la actual municipio. Continuamos por el camino que pasa a raíz de la valla de la iglesia y después de un giro volvemos a la pista que continuamos costa arriba. Llegamos a un cruce y seguimos por la derecha dejando a la izquierda la Escuela de Natura de Vallcàrquera, antigua rectoria de la iglesia de Santo Pere reconvertida en equipamiento educativo del Parque. Después de pasar la pequeña casa de can Pere Planas y el desvío que tipo a Dosrius, nos volvemos a encontrar con la riera de Vallcàrquera.
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Sant Cristòfol de Monteugues |
En este tramo de riera la avellanosa sustituye la verneda. Las avellanoses son
bosques que a la montaña mediterránea húmeda podemos encontrar en los
torrentes y
riachuelos de curso irregular o incluso habitualmente secos. Mezclados entre los avellaneros crecen
amentos y
chopos, arriba de un sotobosque donde destacan espléndidos
helechos. Cruzado el torrente, el camino se bifurca. Recto encontraríamos en 15 minutos la mina del Socau, de dónde se extraía magnetita, pero nosotros giramos a la derecha siguiendo las marcas del PR. Empezamos a enfilarnos. La subida tiene tramos de pendiente pronunciada que en algunos puntos están flanqueados por un
encinar húmedo. Estos bosques se encuentran en caballo entre la encina de montaña y la encina de litoral.
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Cruz de Can Plans |
Según el momento de la año una de las dos especies nos puede hacer la subida más amable (y nutritiva). Después de la subida más pesada, llegamos a un pequeño bache húmedo. Este rincón nos permitirá recuperar la aliento y a la vez disfrutar de
acebos y castaños que serpentean por este fondal. Continuamos arriba, sin dejar de momento las marcas del PR, hasta encontrarnos en un giro a las vistas del inconfundible perfil con forma de flan del cerro de Tagamanent. Después de una nueva y última rampa importante de este tramo de subida, el PR nos abandona por un sendero que ya tendremos tiempo de coger de bajada, si así nos apeteze. Nosotros continuamos por la pista cruzando una nueva hondonada. extraía madera para hacer muebles, barriles.
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Can Plans |
Después de un giro de donde sale un nuevo camino a la izquierda que ignoramos, salimos progresivamente de la castañeda y llegamos pronto a un pequeño cuello que hace de importante cruce de caminos En medio del cruce encontramos la cruz de
Can Plans. Cogemos el camino que planea a la izquierda e ignoramos el siguiente rompiendo, también a mano izquierda, que nos llevaría bajo la línea eléctrica. Cuando traemos unos 200 m, también a la izquierda sale un camino que se enfila muy fuerte hacia cima de la sierra de los
Pinos, donde es común este árbol. Tomamos el camino. Estos pinares son en realidad brotas con pinos, es decir, matollars donde dominan las estepes y que están salpicados de ejemplares notables de
pino piñonero.
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La cruz de padre Ramón |
El camino continúa subiendo de forma constante. Cuando el camino por fin planea un rato, encontramos una pista a mano derecha que inicia un descenso haciendo lazadas por las hazas de la masia de can Valls. Hace falta que, antes de iniciar el descenso nos enfilemos por la primera haza a la derecha y vamos a buscar la encina de can Valls. Este árbol es un ejemplar singular y espectacular, si bien se ramifica pronto dando varias ramas. Desde la encina de can Valls hace falta dedicar un rato a disfrutar la impresionante paisaje del Montseny, de la llanura del Vallès, de las otras sierras prelitorales y, en días claros, del Mediterraneo. Volvemos a la pista y hacemos un par de giros, pasando de largo un camino a la izquierda del segundo giro y más adelante la entrada a la masia de can Valls. La pista planea ahora en dirección oeste. Llegamos en poco tiempo a la iglesia de Santo Cristòfol de Monteugues. Mencionada por primera vez el año 1021, Santo Cristòfol es el centro de una de las parroquias que acabarían aconteciendo la actual municipio. Delante de la ermita una magnífica explanada arbolada nos invita a hacer un bocado bajo la sombra de uno de sus
Tilos. Retomamos el PR girando a la derecha del camino de donde veníamos, andando pues por el lado de las escaleras de acceso a la reja de la iglesia (si cogemos el PR en sentido contrario llegaremos a
la Garriga, siguiendo una pesada pista de bajada de unos 6 km). Al ninguna de unos metros pasamos por un Alcornocla. Los bosques de Alcornoques no son abundantes al término de
Figaró-Montmany, si bien aparecen con timidez en varios puntos cuando el terreno se hace saulonós para . Continuamos planeando un rato escoltados por notables ejemplares de pino piñonero y volvemos de nuevo a la cruz de Can Plans.
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Final en Figaro |
En esta ocasión continuaremos rectas estela a la derecha el camino por dónde hemos subido antes y unos metros más adelante el sendero por donde se aleja el PR hacia Vallcàrquera. A 200 metros de la cruz de Can Plans, justo por el dessota de un giro del camino se adivina un sendero que nos lleva a la cueva de la Hombre Muerto. Volvemos al camino y seguimos hasta encontrar la masia de can Plans. Desde el, volvemos a tener amplias vistas de la llanura vallesana y de los cingles de Bertí. A partir de este momento, el camino empieza el descenso hacia el pueblo del Figaró. A 700 metros dejamos uno rompiendo a la izquierda y la entrada a can General a la derecha. Una antigua plantació con
coníferas exóticas da un aspecto a este tramo de camino., llegaremos a un tramo de nuevo plano, después una ligera subida y un golpe hecho un giro a la derecha retomamos la bajada pasando de largo otro camino que continuaba planeando. Llegaremos al pueblo por el pequeño bache de las Pomeretes.
La cruz de padre Ramon, que recuerda la muerto de este religioso durante la Guerra Civil, nos advertirá que casi ya volvemos a ser al Figaró. El camino desemboca en la calle de las Pomeretes.
Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 10 km toda la vuelta.